Sueños de vivir

Ayer, sin saber, llegué a la vida,
no como persona, pero ya estoy viva.
De óvulo y espermatozoide nacida,
tras meses y semanas me haré niña.

En mi mente tengo uso de razón,
soy dependiente, sí, pero tengo corazón.
Sé que al nacer empezaré con nada
y que más tarde que pronto me veré transformada .

Conforme pasan las semanas, los días,
mi cuerpo se convierte en el de una niña.
Y al abrirse mis oídos por ellos escucho,
a mi madre, con desgarrado llanto profundo.

Pero, ¿por qué lloras, mamá?
Ojalá te pudiese hablar,
aunque acurrucada en tu vientre
sólo pataditas puedo prometerte.

¿Sabes, mamá? He soñado cosas bellas,
a tu lado en todas ellas.
Soñé que te daba besos, te abrazaba,
que me dormía segura sobre tu almohada.

Espero que tu llanto no cambie nuestra relación
que cuando por fin nazca, me cuides con atención.
No sabéis qué ganas tengo de conoceros,
salir de aquí y poder veros.

Pero, ¿qué veo? ¿una luz resplandeciente?
Aún es julio, y hasta septiembre...
Dime, mamá, ¿qué es eso que entra?
¡Me hace daño! ¿No te das cuenta?

Mamá, ¿qué ha pasado?
¿Por qué con mi vida han acabado?
¿Te he causado algún problema?
Aunque yo culpa... no creo que tenga.

Supongo que ya no pasa nada,
que no lo hiciste concienciada
y desde el cielo, ahora, solamente pienso,
en que no pude decirte lo mucho que te quiero.