viernes, 8 de abril de 2011

Redes sociales: Lacra 2.0 (Parte 2)

¿Dónde nos quedamos ayer? Ah, sí....

Fue llegar el Tuenti y pasar del Fotolog, y fue ir avanzando el Tuenti y empezar a dejar de hacer parte de la vida social que deberíamos, centrarnos en cosas que no tenían importancia y darles más importancia y preocupaciones de lo normal. Un profesor de la Universidad vino de tertulia al colegio mayor y nos dijo que las redes sociales no están mal diseñadas, sino que son sus usuarios los que hacen mal uso de ellas, pero yo pienso… ¿Entonces para qué sirven todos los avances, toda esa publicidad que hacen ciertas marcas sino porque saben que eso crea adicción? He ahí el gran problema, y es que, por mucho que lo nieguen, ellos quieren que pasemos horas y horas navegando de perfil en perfil, comentando de muro en muro y viendo todas las fotos que podamos.

Sé que parece absurdo que yo que uso estas redes sociales escriba esta entrada, pero de verdad, a pesar de que haga uso de ellas… No estoy nada a favor, pero sé que si no las uso… Apenas mantendré el contacto con nadie, porque también predomina la idea de “hablar por sitios que son gratis” y la gente ya no manda mensajes, ni llama ni nada de nada. Son, para los que tenemos clara la cosa, una obligación más que una necesidad, no hay alternativa mientras que otros lo ven como la mejor alternativa para muchas cosas, como la de ligar que ya he mencionado antes. 

En definitiva, lo que conseguimos apoyando todo este nuevo mundo virtual es perjudicar las relaciones entre personas que hasta ahora conocíamos, facilitar la manera de que uno se quede en casa sin hacer nada, simplemente chateando y creyendo que así va a conseguir que una chica o uno chico se fijen en él/ella. Me da pena, porque quedar para tomar algo y conocerse con propiedad desde el principio es algo muy bonito. Yo apoyo las redes sociales para lo que viene siendo un “dónde quedar” o cosas breves que nos puedan ayudar para poder quedar o hacer planes en el mundo real. Todo lo diferente, todo lo que es pasarse horas y horas delante del ordenador tecleando palabras que… desgraciadamente caerán en saco roto y para la mayoría no significarán nada, ya que aunque la cosa cambie la gente no cambia los métodos de valoración de la gente, porque no controlas los gestos de la cara ante las frases que se dicen, no notas la risa real de los “jajaja”, no sabes en qué tono te está hablando alguien, e incluso en algunos casos ni siquiera conoces a la persona en cuestión.

Os animo a todos a dedicarle el tiempo justo, a promover la relación cara a cara, a no darles la llave de nuestra socialización, que sean simples instrumentos para que podamos comunicarnos de manera fácil, pero que no nos encierren y no podamos salir.


155 días sin cambiar el estado… jé, algo más interesante que quedarme todo el día delante de una pantalla de ordenador sí que habré hecho, sí… ¿Y tú?

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