Leo esta primera frase que escribo y me da la sensación de
que hay algo que ha cambiado, tanto desde la última vez que escribí en este
blog como desde que dejé Pamplona en junio. Y es cierto, hay muchas cosas que
han cambiado... No sé si tantas o de una fuerza tan trascendente como para
decir o afirmar que ya no soy el mismo de antes. Probablemente sea así, al fin
y al cabo la gente va madurando, hay épocas más fructíferas para ello y yo creo
que el verano es el mejor momento. Se hace balance del curso académico, de lo
que ha ido bien y lo que ha ido mal, de lo que se puede mejorar y de lo que no
hay que cambiar, por mucho que no se haya logrado aún el triunfo y las caídas hayan
sido duras.
El verano es, ha sido y será siempre un buen momento para
desconectar, para reconectar con nosotros mismos y ver cómo somos y si la
realidad es distinta a la vivida durante el curso. Nos ayuda a olvidar, a
perdonar, y nos hace ver con quién estamos más unidos de lo que creíamos. El
verano es una buena época para empezar a pensar en propósitos nuevos, en metas,
es muy buen momento para disfrutar, para quitarse de encima todos los nervios
acumulados y noches sin dormir... Aunque por noches sin dormir no hago
referencia exclusiva al estudio...
¿Cuál es mi caso? Pues sinceramente este verano he hecho de
todo. He estado trabajando, he estado disfrutando de los amigos, del sol
(aunque en San Sebastián apenas se ha visto) e incluso he hecho deporte. No
obstante ha habido otra serie de cosas que no he hecho y tenía propuestas, pero
esas han sido trasladadas al comienzo del curso, y para eso he tenido que
entremezclar propósitos y metas y encajar esas actividades incompletas en mi horario
actual.
Algunos, los pocos que leáis esto, querréis saber qué ha
cambiado, en qué he cambiado y saber si sigo siendo el de siempre o me voy a
convertir en un falso o un amargado o llamadlo X. Pues sinceramente, tal y como
he dicho en el primer párrafo... Hay cosas que por mucho que no vayan bien no
quiero cambiar, entre ellas mi forma de ser, por mucho que haya algunos que no
me soporten o no me entiendan o que se me critique por ser tal o cual... Sé que
mi personalidad no es mala, no quiero con eso decir que yo sea mejor que nadie
ni que los que me critican sean malas personas, simplemente somos diferentes, y
yo me siento muy a gusto siendo como soy. Sí que es cierto que agradecería que
se me respetase al igual que yo respeto a los que no son como yo... Libertad
ante todo, señoras y señores.
Bueno, que esto va sobre la vuelta a la normalidad, no sobre
un debate filosófico ni leches. Que sí, que las cosas no están igual que cuando
me fui, y sí, he cambiado, y para bien, o eso creo. Experiencias a lo largo de este curso he tenido que
me han hecho reflexionar y me hacen ser ahora un pelín diferente, un poco más cauto, menos abierto, más
solitario... Parece que no y os reiréis pero no sabéis lo mucho que agradezco
mis ratos solo, pensando, o sin pensar... Además, este curso es bastante más
complicado que el anterior, más asignaturas, además de tener que sacarme el
TOEFL... Va a ser la leche, y no sé si decirlo en términos positivos... Porque
o me pongo desde ya o aquí se puede armar una buena... ¡Me juego el
intercambio! Ah, aun ni he pensado dónde quiero irme... Me haría gracia irme a
Alemania, pero está bastante complicado por temas de idioma y tal... Bueno,
quién sabe, ahora toca empezar, y después iremos hablando.
Todo por hoy, a la paz de Dios.
Un saludo,
Juan
Lasheras Cuenca
No hay comentarios:
Publicar un comentario