miércoles, 13 de julio de 2011

Vacaciones


Vacaciones... Es esa temporada tan esperada por niños y jóvenes, mayores y ancianos... Estos últimos porque se unen a la familia y dejan la monotonía más que nadie. Llegan las vacaciones y todo cambia. Dejamos los pantalones largos para ponernos nuestros bermudas, desempolvamos los bañadores y sacamos las camisetas que estaban olvidadas al fondo del armario o escondidas debajo de los jerséis.

Entonces sucede lo inevitable... El cuerpo blanco, pálido, muerto... Tiene que ponerse moreno para poder quitarse la camiseta en la playa con un poco de dignidad. Y no solo eso, también hay que ponerse guapetes, depilarse, hacer ejercicio para bajar unos kilitos y muchas otras cosas que requieren una fuerza de voluntad extraordinaria.

Todo el mundo espera que llegue esta época del año con más entusiasmo que ningún otro acontecimiento, y los que tienen exámenes a veces se olvidan de que lo primero es lo primero y se estrellan estrepitosamente, estropeando su verano con un cargo de conciencia increíble, y la verdad es que los que actúan así... lo merecen. Para el año siguiente estudiarán más o al menos en junio se lo pensarán dos veces antes de cogerse vacaciones mentales anticipadas.

Bueno, al igual que llegan las vacaciones para las neuronas, llegan las vacaciones para las redes sociales. Tuenti, Facebook y Twitter descansan un poco de tanto ajetreo durante el curso. Si bien es cierto que aparatos tecnológicos como la BB o el iPhone ayudan sustancialmente por medio de sus chats a reducir la cantidad de horas metidas en estas redes, la gente sigue utilizándolas, como es lógico, pero en menor medida. Y al igual que con las redes sociales los blogs de aficionados como el menda reducen sus entradas increíblemente. Eso es debido a que como no quedan muchas neuronas trabajando la cantidad de creatividad disminuye y para escribir tonterías mejor no escribir...

Para terminar esta breve entrada, dentro de lo que suelen ser las mías, os aconsejo que no tratéis de cambiar porque los estereotipos os lo manden, que sois suficientemente buenos tal y como sois, que quien os vaya a mirar mejor por estar más negros o más depilados solamente merece sentir pena por ellos. Vivid la buena vida y cuidaos, no estéticamente, sino mentalmente y en temas de salud, comed sano y todas esas cosas que siempre nos dicen nuestras madres... Todos sabemos que cuando una madre habla... ¡va a misa!


Buenas noches a todos, un abrazo.


Juan Lasheras Cuenca

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